Situado a unos 300 kilómetros de la capital
sanjuanina, encontramos el parque provincial ISCHIGUALASTO, más conocido como Valle de la Luna. Esta extraña
formación arcillosa, con gran variedad de tonalidades, formas y desniveles con
multifranjas de minerales y sedimentos, permite espiar la evolución de la
Tierra en el período Triásico.
Cabe aclarar que el tiempo transcurrido desde el
momento de la formación del planeta hasta nuestros días fue dividido en “eras”
y “períodos”, tal como nosotros dividimos nuestro tiempo en años y días. El
Triásico es el primer período de la era Mesozóica, que va desde los 250 a los
200 millones de años. En ese entonces todos los continentes estaban unidos en
un solo megacontinente, llamado Pangea. En el Triásico, en el borde occidental
del Pangea, se desarrollaron valles en los que se acumularon sedimentos
mezclados con los restos de animales y plantas que allí vivieron.
Tal como si guardáramos en un cofre recuerdos de
cuando éramos niños, Ischigualasto guardó recuerdos de esos tiempos. Millones
de años después, los distintos movimientos y choques de las placas tectónicas
expusieron esos valles que habían quedados cubiertos por miles de metros de
roca más jóven; tal como si ahora abriéramos un cofre de recuerdos, la cuenca
de Ischigualasto nos cuenta la historia de lo que pasó en ese entonces en la
Tierra.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
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